Inflación en mínimos, desaparición de las LEFI y transición hacia un esquema de agregados

Disclaimer: El contenido presentado tiene fines exclusivamente informativos y no constituye una recomendación de inversión ni asesoramiento financiero. Las opiniones expresadas reflejan una interpretación propia del contexto económico al 13/06/2025 y pueden estar sujetas a cambios. Siempre se recomienda consultar con un profesional antes de tomar decisiones financieras.

Franco Litterio

6/13/20253 min read

a street sign on wall street in new york city
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La semana cerró con una señal contundente en el frente macroeconómico: la inflación de mayo fue de apenas 1,5%, el registro más bajo desde 2017 fuera del período de cuarentena estricta. El dato sorprendió positivamente al ubicarse 0,6 puntos por debajo de lo proyectado por el REM, y la inflación núcleo rompió la inercia de los últimos tres meses al desacelerarse a 2,2%. La canasta básica alimentaria cayó 0,4% y los precios estacionales marcaron deflación (-2,7%), consolidando la tendencia desinflacionaria. Con este escenario, la inflación implícita que surge del diferencial entre Boncer y Boncap se ubica en 1,4% mensual promedio hasta octubre, mientras que las paridades actuales de los bonos CER y TY30 descuentan una inflación de largo plazo cercana al 16% anual, todavía por encima de lo que el mercado espera para 2026 (12%).

En paralelo, el Gobierno anunció un cambio estructural en el funcionamiento del sistema monetario. En línea con el nuevo marco de política monetaria, el BCRA dejará de ofrecer LEFI a partir del 10 de julio, marcando el cierre definitivo del principal vehículo de absorción de pesos utilizado durante la transición. Esta decisión implica que los bancos deberán reemplazar su posición en LEFI con instrumentos del Tesoro, principalmente Lecap, lo que refuerza la consolidación de los pasivos del BCRA en la hoja de balance fiscal. En este proceso, el Tesoro absorberá progresivamente esa liquidez mediante licitaciones quincenales. A su vez, el BCRA acompañará con operaciones de mercado abierto, pero sin fijar una tasa de política: el costo del dinero será determinado endógenamente, de acuerdo con la evolución de los agregados monetarios. Este movimiento sella el viraje hacia un esquema de control de agregados y marca el final formal del régimen de tasa de interés como ancla nominal.

En el plano internacional, un ataque israelí en territorio iraní impulsó una suba del 9% en el precio del petróleo, lo que vuelve a poner al crudo como variable crítica para la macro local, en tanto Argentina se consolidó como exportadora neta de energía. La suba del Brent podría fortalecer la balanza comercial y mejorar los ingresos fiscales, pero también puede complicar la dinámica de precios si se traslada a los combustibles.

En términos de flujos, el Gobierno dio un paso más en la liberalización del mercado financiero al eliminar dos restricciones clave para los no residentes: la obligación de mantener pesos durante seis meses tras ingresar vía MULC y la restricción cruzada MULC/CCL. Esta decisión, formalizada por la Comunicación “A” 8257 del BCRA, apunta a tentar al capital extranjero con la posibilidad de realizar carry trade sin quedar atrapado en pesos, aún a costa de una mayor volatilidad cambiaria.

Este giro en la estrategia monetaria también responde al incumplimiento de la meta de reservas netas pactada con el FMI. El Gobierno quedó USD 4.000 millones por debajo del objetivo de junio y busca compensarlo con una nueva estrategia: emitir hasta USD 1.000 millones mensuales en deuda en dólares (Botes o HD) para sumar reservas. Con depósitos en dólares por USD 30.000 millones en el sistema y rendimientos por debajo del 5% para instrumentos como el BPY26, el apetito institucional por este tipo de colocaciones luce alto. Además, el Gobierno evalúa habilitar compras del Tesoro en el MULC y acelerar privatizaciones para cumplir con la exigente meta de sumar USD 15.500 millones de aquí a fin de año.

En este contexto, hoy el Tesoro enfrenta una licitación clave: emitirá hasta USD 500 millones del Bote 2030 (suscripción en dólares a tipo de cambio A3500 de $1.185,50), junto con cuatro Lecaps de corto plazo y dos Boncap 2026. Será la primera prueba de mercado tras el nuevo esquema de apertura financiera, y también un test para ver qué tasa corta convalida Economía en un entorno donde la caución diaria volvió a escalar por encima del 30% TNA.

Por último, desde el exterior también llegan señales. El FMI enviará a fin de mes una misión técnica para realizar la primera revisión del nuevo programa EFF. Si bien el incumplimiento de la meta de reservas es claro, el Gobierno espera conseguir un waiver y acceder a un desembolso de USD 2.000 millones. Como parte de la estrategia, el BCRA concretó esta semana un nuevo repo con bancos internacionales por USD 2.000 millones a una tasa del 8,25% anual, usando como garantía Bopreal 1-D. Aunque la operación todavía no se refleja en las reservas brutas, refuerza la intención oficial de avanzar por múltiples frentes en la acumulación de divisas.